(Bilbao, España, 1871 - San Sebastián, España, 1950)
Apuntes biográficos/históricosPertenece a una familia destacada en varios conceptos: su hermano mayor, Adolfo, Conde de Urquijo, se movió en el mundo de la política y en el de la administración, su hermano José María creó "La Gaceta del Norte" y fue un destacado líder político, su tía Rafaela, fundó la Comunidad de los Angeles Custodios.
Su afición a la lingüística, despierta pronto, bajo la tutela del P. Arana y de, Resurrección Mª de Azkue, capellán de las familias Ybarra e Urquijo. Entusiasta del volapük, llega a escribir un libro titulado Konils Volapükik o Cuentos Volapukistas. Luego, abandona sus estudios de esta naturaleza, por no satisfacerle las teorías del P. Cejador, su maestro.
En 1894,casa con Vicenta de Olazábal y va a residir a la señorial "Urkixo baita" de San Juan de Luz.
Carlista, es elegido diputado a Cortes en 1903.
Al acabar la Primera Guerra Mundial y tal vez como consecuencia de su polémica postura germanófila (sus relaciones con la erudición alemana son muy importantes), abandona San Juan de Luz estableciéndose en San Sebastián.
Forma parte del equipo fundacional de la Sociedad de Estudios Vascos (SEV) en 1918, pronunciando una documentada conferencia en el célebre Congreso de Oñati de ese año. Su actividad estará siempre relacionada con la SEV (Vocal de la Sección de Lengua entre 1923-33, Director de la RIEV, que cede a la SEV [1922], desde 1933, Vocal de Literatura) y de la recién creada Euskaltzaindia.
De esos años, es también su polémica con Mella, decantándose por los jaimistas; Don Jaime le nombra Caballero de la Legitimidad Proscrita. Su tenacidad polémica, le hace más tarde (1924), romper una lanza en defensa de la ortodoxia ideológica del Conde de Peñaflorida, puesta, entre dicho por Menéndez Pelayo y el Obispo de Vitoria M. Núñez.
Su labor científica, se ve galardonada ya que, presentado por el vascólogo Meyer-Lübke, es nombrado Doctor Honoris Causa de la Universidad de Bonn (1924) y Académico de la Real Academia de la Lengua Española, por la Sección de Lenguas Regionales (1927, ingresa en 1929), concesión ésta, de Primo de Rivera a las nacionalidades oprimidas, durante su dictadura. Su discurso de ingreso versó sobre las relaciones (supuestas o reales) del euskera con las otras lenguas. Urquijo representó al euskera en el seno de la corporación hasta su muerte.
Proclamada la República, es elegido Diputado en Cortes por Gipuzkoa por la coalición Católico-Fuerista, en junio de 1931.
En 1943, es nombrado Presidente de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País, pero no llegará a ver la resurrección de Euskaltzaindia, la SEV ni su querida RIEV.
En 1949, es nombrado hijo adoptivo de Gipúzkoa. Ese mismo año se publica un libro en su homenaje.